miércoles, 8 de noviembre de 2017

"All-Star Batman: Renacimiento nº11" por varios autores

Un nuevo arco argumental titulado "El primer aliado" comienza en este ejemplar de "All-Star Batman: Renacimiento nº 11" publicado por ECC en nuestro país, y que contiene All-Star Batman #10 USA. Comienza la historia situándonos en el pasado, con un enmascarado corriendo por las azoteas de Londres, perseguido por los bobbies. Pasamos al presente con Batman y Alfred persiguiendo un helicóptero que lleva a Silencio en Miami, capturándolo. Tommy Elliott ha pujado en los bajos fondos de la ciudad por un aparato llamado el "Motor Génesis", pero lo ha hecho suplantando la identidad de Bruce Wayne ya que a los villanos de Gotham no se les permite participar. Bruce ha de recoger el motor en una antigua fortaleza pirata reconstruida, dirigida por Thatch, descendiente del pirata Barbanegra, junto a otros tres socios. Pero estos creen que es Tommy quien ha llegado para realizar la transacción, intentando eliminarlo. Bruce logra huir, mientras anda buscando a Thatch al que halla muerto de una forma horrible. Los flashback se cruzan con la historia central, descubriendo al final del número la identidad del encapuchado en Londres.
Comienza bien el nuevo arco argumental guionizado por Scott Snyder, con acción y a pesar de que en algunas páginas haya un exceso de texto, es necesario para comprender la historia, sin resultar aburrido. Por otra parte, el arte de Rafael Albuquerque se muestra espléndido en las escenas de acción, y en las escenas con largos dialogos no pierde el interés.
Como complemento tenemos la primera parte de la historia titulada "Asesinos políticos", en la que Bruce se hace pasar por un mafioso ruso, llamado "Noqueo", cuyo jefe de la familia en Moscú ha invitado a unirse a ellos. Bruce llega a su destino donde debe encontrar un cargamento de armas destinado a Gotham, pero la hija del jefe mafioso es la encargada del trabajo. Aqui tenemos al guión a Rafael Alburquerque junto a Rafael Scavone, con una historia violenta y oscura que los lápices de Sebastian Fiumara llevan a buen puerto.

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